18 de enero de 2018

La arquitectura del Campoamor

Incendio y reconstrucción
El teatro Campoamor en 1937. Fachada del Teatro Campoamor de Oviedo, lo poco del edificio que se mantuvo en pie tras la revolución del 34 BIBLIOTECA NACIONAL. Foto coloreada. La Voz de Asturias.
El teatro, muy dañado en 1934, quedó irrecuperable tras la guerra, volvió a nacer en 1948 y en los años ochenta recuperó parte del espíritu del proyecto original
Fachada del Teatro Campoamor de Oviedo en 1936. Foto coloreada.  La Nueva España.

La Nueva España.
Durante los hechos revolucionarios de octubre de 1934, por una cuestión táctica, se prendió fuego al teatro. Sólo quedaron en pie sus muros con los hierros retorcidos de sus pisos y de la cubierta. Uno de tantos incendios, esta vez intencionado, que tradicionalmente castigaban a los teatros, siempre superados con reconstrucciones que se aprovechaban para realizar reformas. En 1936, probablemente después de los bombardeos de los primeros meses del asedio a Oviedo, el aspecto del teatro era desolador. En las imágenes tomadas después del incendio parece que hubiese sido posible su reconstrucción tal como era, con las pertinentes mejoras, pero dos años después el teatro presentaba un aspecto penoso: en una fotografía de la época se aprecia que habían caído los muros interiores y la estabilidad de la fachada principal estaba muy comprometida. De una de las pilastras apenas quedaba nada y el entablamento superior había perdido la horizontalidad.

17 de enero de 2018

"Maestrina de Caleyes"

El costumbrismo en manos de Montse Garnacho
Montserrat Garnacho, a los 8 años (1960), en el Liceo de Mieres. (LNE)
La huella de esta mierense en numerosas iniciativas sociales y culturales desarrolladas en el concejo
Montse Garnacho sigue haciendo lo que le gusta. Escribe, cuenta cuentos y da clases a niños y jóvenes. Les enseña los secretos de la lengua y la literatura, y aprenden que el teatro es también apasionante y está al alcance de sus posibilidades. Y cuando tiene tiempo regresa a su mundo preferido, el de las caleyas. Revista Fusión.

La Nueva España
Oiga. Los años pasan y la trayectoria de actividad de la gente va perdiendo ritmo. Eso no ocurrirá con nuestra protagonista de hoy, Montserrat Garnacho, a pesar de que, al final del presente curso, como profesora de lengua española y asturiano - ella se califica de "maestrina de caleyes"- en el instituto Valle de Turón, se jubilará con la edad reglamentaria, su "marca" personal, como mierense abierta a cualquier iniciativa y a todo tipo de acción desinteresada, sobre todo la enfocada hacia los infantes, habrá de continuar con la misma fuerza, con idéntica ilusión. Estamos seguros de ello. 

15 de enero de 2018

"Asturias de mi querer"

"San Juanín", con la música por montera
La tonada de Manuel Medina Díaz. Museo de Bellas Artes de Asturias
Ver artículo del blog: El trío San Juanin
Los ritmos populares de este trío artístico invadían cualquier ambiente
Pablo y Emilio en una imagen de disco
Todo pueblo tiene sus ancestros positivos. Y Mieres, hoy día, solo puede presumir de unos pocos valores de ese tipo. Pero los tiene también y abundantes en la memoria de aquellos que aún conservan fresca la mente. Es indudable que el discurrir del tiempo, de los últimos ciento cincuenta años a esta parte está sentenciado por el tono y el aire musical de solistas, y colectivos corales. De los primeros tipos habrá de ocuparse próximamente, de los segundos, aún hoy mantenemos fresco el viento oxigenado. Ahí está el veterano Orfeón de Mieres, actualmente bien secundado por el Coro de la Escuela de Música y algún otro "pinito" que surge de los senos parroquiales. Ahí el Coro Minero como una de las pequeñas muestras que indican viejos poderes económicos. Y el de Santa Eulalia de Ujo que tuvo su época y por supuesto la flamante Banda de Música de Mieres, más que digna heredera de la "Municipal".

14 de enero de 2018

Casimiro Álvarez Prendes ejerció en Mieres como juez militar en 1935

Casimiro Álvarez, un militar impecable
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
Destinado como juez castrense a Mieres, se ganó el respeto vecinal y tras la Guerra Civil, en la que fue fiel a la República, se exilió a México
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
Hace algunos meses tuve un agradable encuentro con José Luis Menéndez y pude escuchar su versión de la historia del sargento José Menéndez González, quien estaba destinado como comandante de puesto en el cuartel de la guardia civil de Pola de Lena que se rindió a los insurrectos en octubre de 1934. El hombre se salvó cuando lo dieron por muerto tras un fusilamiento fallido junto a la tapia del cementerio lenense, aunque tanto él como su mujer quedaron marcados el resto de su vida por el dramatismo de aquel momento. El encuentro con José Luis debía girar sobre este asunto, y así fue, pero la conversación se prolongó cuando surgió el nombre de un segundo personaje, que él también conocía por razones familiares y que merece nuestra atención, por su protagonismo en algunos acontecimientos destacados de aquella intensa década en la que se enmarcó nuestra revolución. Se trata de Casimiro Álvarez Prendes, un militar siempre fiel a la República, a la que defendió en momentos muy difíciles, y que perteneció al círculo en el que el presidente Azaña depositó su confianza.